sábado, 28 de mayo de 2011

Cronica roja de gente común (20/05/2011)

Nos ubicamos en la plaza Liber Seregni. En ella Marcos se encuentra con un grupo de amigos, la tarde invita a la cantarola, alguna que otra cerveza de por medio y mucha pero mucho alegría, alegría joven contagiosa la cual ignora el futuro sombrío que le aguarda. 

Marcos esta mostrándoles a sus compañeros un tema que el mismo compuso con el cual espera sus compañeros se deleiten. El principio es altamente aceptado, todos lo miran y ríen y mueven su cabeza de un lado al otro al tiempo de la música gesto que le muestra a Marcos que la melodía tocada es de su agrado.
En el momento que Marcos está al llegar al estribillo es que ocurre lo peor: sus dedos no llegan a dar en la nota, todos quedan desconcertados, algunos intentan no mirarlo fijo para no hacerlo entrar en vergüenza gesto vano ya que la vergüenza lo ha invadido y no logra recuperar la nota, hablamos con él a ver que le paso. 

Nada viste como es? O sea estábamos aca con la yenchi meta meterle a la viola y tomar unas chelas y ta voy y digo bo yenchi tengo un tema, a lo que todos me preguntan en serio? Y yo les digo si. Y ta me puse a tocar vistes? Y ta venia el pum pa arriba la parte del agite donde ya no solo moves la cabeza viste? Si no que también todo el cuerpo manteniendo las piernas cruzadas como indio, señal de que la venís rompiendo mal sacas? Cuando le erro a la nota, sabes porque es esto no? Por lo menores!!!! No hay otra es culpa de los menores o sea yo vengo con un fa mayor tranqui, lo paso a si bemol ahí lo mas bien pero cuando encaro la menor o el re menor la pifió. Y ta yo no puedo seguir atado a los menores yo quiero ser libre sacas? O sea por culpa de los menores no puedo hacer mi música porque, es como que tienen cierta imputabilidad sacas porque están ahí y no los podes tocar, un la re mi sol, un nota mayor se toca bien de bien pero claro las menores no, la verdad que así no se puede. 

Es así que ahora marcos junta firmas para que de ahora en adelante los Luthiers de todo el país comiencen a hacer un tipo de guitarras especiales en los que los tonos menores sean controlados. Porque la justicia es música para nuestros oídos

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